El castillo Himeji, clásico japonés
El castillo Himeji probablemente sea no solo la fortaleza más bella de todo Japón, sino también la más turística y visitada del país. Su esbelta figura y sus líneas orientales han sido motivo protagonista en numerosas películas y documentales sobre Japón. No en vano está considerado Patrimonio de la Humanidad de Japón, por la Unesco, desde el año 1993, además de haber sido declarado Tesoro Nacional en el año 1931.
Esta obra maestra fue finalizada en el siglo XVI aunque sus origenes datan del XIV, siglo el que había sido mandado construir por Norimura Akamatsu, antiguo gobernante del distrito de Harima. Lo que originariamente era una pequeña fortificación acabó derivando, por mor de las sucesivas ampliaciones, en un auténtico castillo feudal gracias a Toyotomi Hideyoshi, señor de la zona. Más tarde, durante el periodo Edo, fue Ikeda Terumasa el que lo finalizó en el año 1618 construyendo la torre central, de 46 metros, que se erige sobre el monte Himeyama. Terumasa había recibido este castillo en el año 1601 como premio a su victoria en la batalla de Sekigahara
La función principal del castillo era la de defensa de tal modo que en Himeji existe toda una compleja red de fosos que circundan el recinto. Curiosamente, además, los muros no tienen un perfil común, pues están ligeramente arqueados, una suerte de efecto curvo al que se conocía como «ogi-no-kobai«, lo que hacía que los muros fueran difícilmente franqueables además de aportarles un toque más bello a la construcción.
Todos los muros del mismo presentan una serie de orificios por donde se disparaba a los enemigos. Los ya-zama eran alargados para poder disparar las flechas, mientras los teppo-zama eran redondos o cuadrados para usar los mosquetes.
Generalmente, este tipo de castillos japoneses se caracterizaban por la elevada torre central (tenshukaku) que dominaba toda la edificación, en torno a la que se construía el recinto principal (honmaru). Es aquí donde en este Himeji se tomaban las decisiones políticas más importantes y donde, a su alrededores, se emplazaban los recintos secundarios, como el ninomaru, donde habitaba el señor del castillo junto con sus parientes.
En la lejanía, Himeji ofrece una impresionante estampa blanca producto del enyesado de este color que cubre los muros que a la vez estabiliza las tejas arqueadas. Precisamente, este color impoluto le ha valido el nombre popular de «la garza blanca» (Hakuro-jo).
Su belleza, su minuciosidad, y su gran estado de conservación, casi intacto desde su construcción, es lo que le valió el reconocimiento como Patrimonio Mundial en el año 1993.
Foto: Skaven – Maqueta castillo Himeji
EL CASTILLO HIMEJI
- Año de construcción: finalizado en el 1618
- Estilo: Hirayama-jiro (sobre una colina y rodeado de una llanura)
- Tipo de fortaleza: Montana
- Estado de conservación: muy bueno
- Localización: en Himeji, prefectura de Hyogo, a unos 46 kms. de Kobe
- País: Japón
- Horario: de 9 a 17 h.
- Precio:
- Adultos: 400 yenes
- Niños y estudiantes: 100 yenes
Foto vía: web oficial
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